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Técnicas de creatividad para ‘atascaos’ – Episodio II – Mindmapping: el mapa mental

Siguiendo la serie de artículos dedicados a cómo mejorar la creatividad, proseguimos con una técnica que te ayudara a llevar tus ideas a lugares que no imaginabas: el ‘mindmaping’ o mapa mental.

Yo lo conocí a través de amigos cómicos y humoristas. Ellos lo empleaban para generar ideas y temas para sus monólogos, como complemento o  como herramienta básica de trabajo. ¡Vamos a por ello!

 

¡La estructura del mapa de la mente!

¿Qué es?

En su aspecto externo se trata de un diagrama que parte de una idea central o núcleo, a partir de la cual, empleando líneas o ramas, generamos ideas o contenidos relacionados con dicho núcleo, pudiendo estar acompañadas de dibujos.. Cada idea secundaria puede dividirse así mismo en tantas ideas terciarias como queramos. ¡Y así hasta el infinito!

Si por ejemplo la idea central es ‘artes marciales’, podremos dibujar varias ramas partiendo de dicha idea. Y en el extremo de cada rama, las ideas principales que se nos ocurran sobre las artes marciales: practicantes, maestros, armas, campeonatos. Podemos coger cualquiera de ellas, por ejemplo ‘campeonatos’ y dibujar varias ramas con sus ideas correspondientes. ¿Qué hay en los campeonatos? Hay competidores, espectadores, árbitros, tatamis y cronómetros. Puedes coger de nuevo cualquiera de ellas y subdividirla tanto como quieras: espectadores maleducados, árbitros leguleyos, cronómetros de marca. Como con cualquier técnica de creatividad… ¡tu imaginación es el límite!

¿Para qué sirve?

Su función principal, evidentemente, es la generación de ideas secundarias en torno a una central. Las empresas lo emplean para examinar sus nichos de mercado y buscar nuevos colectivos, los humoristas para buscar situaciones y personajes de los que hablar en sus monólogos. Esa es su utilidad directa. Pero nos encontramos con una sorpresa: esta forma de trabajar aporta muchas ventajas.

Se recuerda mejor la información que tratamos de manera visual. La disposición ordenada alrededor de un núcleo nos permite que no se nos olvide incluso aunque no tomemos nota. Pero con esto no ¡no te digo que no las tomes! La lectoescritura activa más áreas del cerebro que únicamente ver o escuchar y las tareas que mezclan dibujos y texto se recuerdan hasta seis veces mejor.

Las ideas surgen de manera espontánea con mayor facilidad. El sistema es tremendamente sencillo y favorece evitar nuestro filtro consciente, desactivando (o al menos, mandando callar un rato) al juez interior, esa vocecita en la cabeza que te dice que estás haciendo algo mal. Al tener un sistema dirigido, tu imaginación discurre por derroteros lógico de manera natural, generando conexiones entre temas de manera espontánea. El gran humorista y mago Luis Piedrahita es un maravilloso ejemplo de cómo acotar el campo conduce a una visión nítida.

Perspectiva: permite una visión general de un tema, así como una comprensión global de los contenidos y pormenores. A menudo cometemos el error de que los árboles no nos dejen ver el bosque. Así mismo, a menudo la parálisis por análisis nos bloquea. Con este método, teniendo una perspectiva nítida de tema, lo evitaremos, dejando discurrir la mente por caminos que estimulen nuestra creatividad.

Es intuitivo: tras realizarlo una vez, lo recordarás para siempre sabiendo cómo usarlo y podrás explicárselo a otros. ¡Esto no precisa más explicación!

¿Cómo se hace?

La mecánica básica seguro que te la imaginas. Vamos con ella en tres sencillos pasos.

1) Coloca la idea núcleo en el centro del lienzo. Grande, nítida y clara. Rodéala de un círculo. Evidentemente, cuanto más nítida y clara la idea, mejor. Consejo: intenta que sea SOLO una palabra. Si necesitas tres… es que no lo tienes claro. Por ejemplo ‘Piratas’.

2) Traza tres ramas desde el núcleo. No te preocupes si te parecen pocas. ¡La práctica hace al maestro!

3) En el extremo de cada rama, un círculo. Dentro de cada círculo, una idea contenida dentro de la anterior. Por ejemplo ‘tripulación’, ‘tesoros’ y ‘barcos’.

 

Una vez hecho esto, tienes dos caminos: colocar más ideas secundarias directamente desde el núcleo o afilar los subapartados que ya has escrito. Es posible que varias ideas puedan pertenecer diferentes categorías. ‘Capitanes’ podría desprenderse desde la idea núcleo (‘Piratas’) o desde dos secundarias: ‘tripulación’ y ‘barcos’).

Teniendo la idea básica, déjame regalarte varias recomendaciones e ideas que a mí me han resultado útiles realizando esta técnica. ¡Espero que te sirvan!

Recomendaciones:

1) Más gordo: uses lo que uses, emplea un lienzo MÁS GRANDE. Si es un block de notas, saca un folio. Si es un A4, un A3. Si es un A3, pinta en la pared.

2) Dibuja. Acompaña las notas de dibujos, aunque sean espantosos y horribles. Estimula tu creatividad y la memoria y lo vuelve impresionante si dibujas bien… ¡y muy divertido si lo haces mal!

3) No te juzgues. No dejes sin escribir idea alguna por miedo. ¡Mata al juez interior!

Bibliografía recomendada:

El libro de los mapas mentales, Tony Buzan, 1993, Ediciones Urano.

Marks and meaning, Dave Gray, 2009, autoeditado.

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