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Contratar mentalista en evento de empresa: 5 razones


Contratar un mentalista… es una excelente decisión… y una odisea.

Un ilusionista en tu evento: la idea en marcha

¡Ya llegó!

Es el evento/cena/cóctel/verbena de tu empresa. Y tienes la misión de contratar a un mentalista para tu evento de empresa.

Alguien te ha contado que la mejor opción es contratar un mentalista. Ni corto ni perezoso escribes en Google “contratar mentalista”.

Todo solucionado.

Sin embargo, te encuentras una miríada de resultados. Lo primero, algunos de empresas de eventos . Después otros de páginas web dedicadas a la contratación de artistas. Muchas de profesionales independientes. Contratar un mentalista parecía sencillo… pero quizá no lo sea tanto.

En la próxima entrada te hablaré de en qué te tienes que fijar para asegurarte de que el profesional que contratas en tu evento (ya sea mago, mentalista, hipnotizador o lanzador de puñales) sea la mejor de todas las opciones.

Pero… ¿por qué contar con un ilusionista mental para tu evento de empresa?

Las 5 razones para contratar un mentalista

1) La EXPERIENCIA INEXPLICABLE

Contratar un mago o mentalista es crear la experiencia del IMPOSIBLE: cada arte escénica tiene su propia experiencia estética. Un conjunto de cualidades que la separan de las demás. Y que la hacen única. Contratar artistas de diferentes disciplinas crea diferentes impresiones en el público. Eso está claro. Y la de los mentalistas en eventos de empresa es precisamente… el imposible. Sentir cómo adivinan lo que piensas. Ver cómo alguien descubre secretos del jefe de recursos humanos… ¡es algo que vas a recordar toda la vida si eliges un mentalista para tu cena de empresa!

como contratar mentalista

Contratar un mentalista: asegúrese de que no muerde.

2) Experiencias PERSONALIZADAS

Experiencias personalizadas: una de las razones para tener un mentalista en tu evento corporativo es que a diferencia de otros espectáculos cómo los monólogos, un show de mentalismo corporativo es muy fácilmente adaptable a la temática de un evento. Y aunque contrates dos veces seguidas el mismo show de mentalismo ya predefinido, nunca será igual dos veces. No tengas reparo en preguntar al mentalista que quieras contratar por estas ideas personalizadas: si es un mentalista con tablas suficientes, sabrá asesorarte para obtener el máximo rendimiento de su intervención en tu evento de empresa.

3) Charlas que TRANSFORMAN

Formación alternativa: los mejores mentalistas no solo ofrecen espectáculos en los eventos corporativos. Es muy posible que impartan formación para empresas que nunca antes hayas visto. Me refiero a técnicas de hipnosis dirigidas a las técnicas de venta. O estrategias mentales para el control de estrés, técnicas de creatividad… la ecléctica formación de un mentalista de eventos de empresa (psicología, ilusionismos, técnicas de venta, artes escénicas) y su trabajo constante con público real de eventos reales le da una perspectiva única y completamente diferente a lo que hayas visto otras veces.

4) La RIQUEZA cultural

La cultura en directo: evidentemente, contratar un mentalista para tu evento de empresa ya es en sí mismo una experiencia viva e inolvidable. ¡Como cualquier espectáculo de cultura en directo! Es cierto que en los eventos empresariales hay momentos inexcusables. Al fin y al cabo… pertenecen a nuestro mundo laboral. Pero contratar un show en directo hace que todo cambie. Todos vivimos la sensación de que ese momento nunca se repetirá. ¡Y eso es especialmente cierto cuando has decidido contratar un show de mentalismo!: cualquier decisión que tome cualquier espectador, cualquier cosa que piense puede hacer cambiar el rumbo del espectáculo. ¡Una experiencia viva!

Contratar un mentalista suele acabar así

Contratar un mentalista suele acabar así.

 

5) La RAZÓN ULTRASECRETA

La PREDICCIÓN: y la razón más importante de todas… ¡Pero solo si me contratas a mí! Predeciré un suceso del espectáculo semanas antes de que ocurra. Esto, evidentemente, solo ocurrirá si soy yo el mentalista que decides contratar para tu evento empresarial. ¡No acepte imitaciones!

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