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Lemas y lenguaje hipnótico: seduciendo la mente de la masa
En estos días de manifestaciones, mensajes de colectivos y acciones grupales, estamos muy acostumbrados a ver y oír en las noticias decenas de eslóganes y frases ingeniosas. Seguramente no te sea ajena la imagen de un hombre con megáfono, croando rimas ocurrentes, o hablando de la situación social con un ingenio especial. Y seguro que lo recuerdas mejor que el resto de cosas que se dijeron.
Es más: seguro que las que no concordaban con tus ideas te ofendieron más de lo habitual.
¿Qué ha pasado aquí? En realidad, nada extraño: que la identidad del individuo de distorsiona cuando se amplifica su sentimiento de pertenencia a un grupo y que los lemas y eslóganes siguen patrones de lenguaje hipnótico. Y frecuentemente, se emplean sobre auditorios en un estado alterado de consciencia.
El individuo y la masa: un apunte breve
Me imagino que has oído miles de veces hablar de las identidades de grupo y los roles grupales. Vamos a lo sencillo: la identidad de grupo la posee toda persona que sienta como parte de su personalidad la pertenencia a un grupo, o la exclusión del mismo. Por tanto, yo sé que soy español, y que no soy alemán, pero sí soy europeo. Sin embargo, en los momentos en que una de las identidades de grupo que posea un individuo se exaltan mientras se encuentra junto a más miembros del grupo (mítines, conciertos, partidos de fútbol), la percepción de dicha intensidad se agudiza. Máxime si tenemos en cuenta que son estados alterados de consciencia: la atención se enfoca, el proceso de la información no procedente de los focos de atención se reduce o inhibe, la percepción temporal se altera y la experiencia sensorial se amplifica. Los marcadores clásicos del estado de trance hipnótico. Así pues, prácticamente cualquier situación emocionalmente intensa vivida en grupo provoca ese tipo de estados. Y es allí donde se emplean los lemas.
Lemas, eslóganes, boleros y sonetos: el lenguaje hipnótico en sus formas naturales
En plena época de auge del coaching y la programación neurolingüística, se habla mucho del empleo de la hipnosis conversacional. Con tantos modelos, a menudo quien empieza a interesarse por este campo se pierde en un bosque de lenguaje que le impide ver el bosque. La solución es siempre la misma. Como dice mi maestro de artes marciales, cuando tengas dudas sobre la técnica, regresa a su esencia básica.
El lenguaje se adquiere de manera natural por el mero hecho de pertenecer a una sociedad. La propia evolución de cada lengua provoca que haya unos metamecanismos, casi figuras literarias, que hacen que la información se recuerde con más intensidad. Uno son las metáforas, que llegan directamente a la mente inconsciente, donde cada persona otorgará un significado propio a los detalles: ´No hay pan para tanto chorizo´, donde cada oyente otorgará un significado concreto y matizado a la misma, y diferente al del emisor, pero, sin embargo, todo el mundo la asumirá como completamente cierta. Y otros mecanismos de patrón, muy usados en nuestra lengua y en todas las que emplean el alfabeto latino son los mismos que hacen que nos sorprendamos tarareando estribillos de canciones que usamos: la medida, el ritmo, la rima… y la melodía.
Seguramente, la más importante de ellas sea la rima. Y seguramente también, la mayor parte de eslóganes que recuerdas de manifestaciones la emplean. ¿Por qué? La rima, especialmente la asonante y en concreto en español, permiten lo que en hipnosis conversacional se llama conducción verbal, entre otros nombres. Dos términos que no son consecuencia ni causa uno de otro, se ven inconscientemente enlazados en la mente del espectador. En la hipnosis de espectáculo nos oirás decir a menudo cosas como “… y cuanto más profunda es la respiración, más pesan los párpados…” o conducciones similares. Un término no es causa ni consecuencia del otro, pero en la mente inconsciente quedan de pronto unidos. Álcalde Ramón, presenta dimisión´ consigue lo mismo con mayor economía de lenguaje.
La rima, además, estimula las partes del cerebro encargadas de la memoria verbal, puesto que atienden al criterio de novedad y de entretenimiento (lo nuevo y lo divertido se recuerda mejor que lo ya visto y aburrido).
Los patrones de lenguaje hipnótico son más eficaces en la comunicación que el lenguaje convencional, puesto que ayudan a la mente inconsciente a trabajar más intensamente. La medida de las frases, si se correlaciona adecuadamente una con la otra (como ocurre en los sonetos o los romances) provoca un efecto similar al de la rima, sobre todo si va unido un ritmo adecuado (los golpes de voz colocados en sílabas del mismo número). Por eso ´Alcalde Ramón, presenta dimisión´ es más eficaz que ´Alcalde Carlos Ramón, presenta dimisión´.
Por eso en la edad media se pusieron tan de moda los romances. Es una estrofa de indefinido número de versos, rimando los pares en asonante, de ocho sílabas cada uno, con acentos en la tercera y séptima sílaba. Aquel de “que por mayo, era por mayo” que seguramente recuerdes de la escuela. Una estructura sencilla, muy plegada a la forma de ser del castellano medieval (y del moderno), sencilla de escribir y muy fácil de recordar. Los romances, parte de la cultura de la época, eran más susceptibles de acogerse a estos patrones, como toda expresión de la cultura popular.
Por eso te sorprendes coreando eslóganes casi ridículos a veces o tarareando, casi por sorpresa y sin saber cómo, el estribillo de ese reggaeton que odias. Bródel.
Pido perdón a todos los alcaldes llamados Carlos o Ramón por los ejemplos. Ningún alcalde real o ficticio fue maltratado o hipnotizado durante la escritura de esta entrada.