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Yo soy el hombre más fuerte del mundo: claves inconscientes de la conquista

Al hilo de la gente que nos ha preguntado por maneras eficaces de realizar ejercicios de visualización y automotivación como contaba en el artículo anterior, voy a darte un par de claves para comenzar a trabajarlo. Déjame recordarte que este tipo de ejercicios, si bien nos ayudan a modelar nuestra excelencia, no sustituyen a la práctica real. De hecho, cuanto más intensa y mejor dirigida esté tu práctica, mejor será la simulación sensorial en tu visualización. ¿Que qué demonios es eso de la simulación sensorial? Déjame seguir con un ejemplo.

Supón que quieres mejorar tu habilidad en una tarea concreta. Como yo soy aficionado al levantamiento de peso, lo usaremos para ilustrar el ejemplo. Supón que hablamos de un levantamiento olímpico como los que has visto en la televisión: la barra reposa en el suelo, agarras con ambas manos y de un poderoso envión colocas la barra por encima de la cabeza para proclamarte campeón del mundo. Si jamás has realizado un ejercicio similar, no podrás imaginarte las decenas de detalles que harán creíble a tu mente inconsciente esta visualización. No conocerás el tacto de la barra, o cómo crujen tus articulaciones, o qué músculos sienten más el movimiento. Tu experiencia sensorial simulada será muy incompleta, por tanto la visualización será mucho menos eficaz. Tu mente inconsciente no sentirá la simulación con la suficiente veracidad.

Pyrros Dimas, tres veces campeón olímpico y tres veces campeón del mundo de halterofilia.

Ponte ahora en el supuesto del extremo contrario: un atleta olímpico con años de experiencia en levantamiento. Cuando este veterano levantador cierre los ojos y comience a imaginarse toda la experiencia de levantamiento, podrá hacerlo con una gran precisión, lo que hará que su mente inconsciente la perciba como mucho más cercana a la experiencia real. Podrá imaginar cómo siente el tacto de la tiza en sus manos, el rumor de la gente en la grada, la temperatura y tacto de la barra, la tensión exacta de cada músculo en cada momento del levantamiento, y la sensación exacta de un levantamiento exitoso. Puede reproducir con casi total fidelidad la percepción que entraría por cada uno de sus sentidos. Y esa es una de las claves.

Obviamente, no es necesario reproducir en tu cabeza cada bit de información. De hecho, en muchas ocasiones en que emplees este recurso solo podrás concebir parte de la información, bien porque el resto no sea relevante o bien porque no sepas exactamente cómo es dicha información.

¿Para qué sirve todo esto?

En realidad, las funciones de la visualización son muchas. Desde el alivio del estrés a la mejora del rendimiento atlético, pasando por la automotivación. Pero bajo todo esto subyace el mismo principio: la programación de la mente inconsciente. La mente inconsciente gobierna todos los procesos automáticos: se encarga de que tu corazón lata y de que se realice tu digestión, pero también maneja cualquier hábito que no requiera ser consciente de ello. La conducción tranquila, colocar los dedos mecanografiando, una melodía de piano tocada cientos de veces. Un dato clave que debes conocer es que el inconsciente no trabaja con conceptos negativos. Interpreta como positivo todo lo que llega a él. Por ejemplo, si yo te digo que no pienses en un perro verde sobre tu sofá, tu inconsciente necesita evocar la imagen de un perro verdepara luego pensar que no está. Este ejemplo casi gracioso nos lleva más allá: si te enfocas en pensar ´no puedo perder esta carrera´, tu inconsciente solo comprenderá ´perder esta carrera´. Para poder comprender el concepto de no perder algo, tu mente antes debe imaginárselo perdiendo. Así que abandona los pensamientos negativos.

¡Cuidado! ¡Estás imaginando un perro verde!

Afortunadamente, es muy sencillo de evitar en lo que a visualizaciones se refiere. Dado que nuestro cerebro trabaja con conceptos e imágenes, estoy seguro de que en nuestro atlético ejemplo preferirás visualizarte levantando el peso sobre tu cabeza, y no fallando en el intento. Así que vamos a averiguar cómo.

El camino de la victoria

No basta solo con cerrar los ojos e imaginarte realizando algo. Como hemos dicho más arriba, cuando más detallada sea la simulación sensorial, más eficaz será la experiencia. Como dice el Dr.. Matlz en Psycho-Cybernetics, ´los psicólogos clínicos y los experimentales han demostrado más allá de toda duda que el sistema nervioso humano no nota la diferencia entre una experiencia real y una experiencia imaginada vívidamente y en detalle´. Tal vez estés pensando que no es lo mismo que cojas un avión y vayas de vacaciones al Caribe que sentarte en tu sofá a imaginarlo. Pero déjame decirte algo: ¿nunca has contado una anécdota inventada tantas veces que has acabado creyéndola? Si no lo has hecho tú, seguro que conoces a alguien al que le sucede, y en ocasiones con frecuencia preocupante. ¿Qué es lo que hay ahí que no hay en tus fantasías caribeñas?

La palabra igual te asusta. Se llama fe.

No quiero que pienses que te tienes que poner a rezar. Hazlo si quieres, pero no es el asunto que nos atañe. Lo que quiero es creas. Que no albergues duda alguna (ni en tu cabeza ni en tus tripas) de que aquello que vas a visualizar no es ya el futuro, sino el presente inmediato. Sin una poderosa creencia emocional en tus metas o en tus ejercicios de visualización, no podrás conseguir demasiado. Igual que en el artículo anterior hablábamos del fornido Schwarzenegger viendo sus músculos crecer como montañas, quiero que te visualices como vencedor absoluto en aquello que te propongas. No te guardes NADA: el éxito es la ÚNICA opción. Un método muy eficaz son las afirmaciones escritas: redacta todo aquello que quieres conseguir, ponlo en presente y primera persona y escríbelo varias veces al día. Llévalo escrito en una tarjeta en la cartera. Ponlo de fondo de escritorio. ´Estoy perdiendo peso´. ´Gano maratones´. ´Como de manera sana´. ´Rechazo el tabaco´. Todo lo que quieras puede ser posible si de verdad lo crees. Y llegues donde llegues, lo harás más lejos de lo que imaginaste en un principio.

¿Quieres saber qué afirmación positiva decora mi fondo de escritorio? Solo tienes que leer el título de este artículo.

BIBLIOGRAFÍA:

MALTZ, M., Psycho-Cybernetics, Pocket Books, 1989.

READY, R y BURTON, K., PNL para dummies., Grupo Planeta, 2010.

VENUTO, T., Burn the fat feed the muscle, Fitness renaissance, LLC, 2003.

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