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Mentes, músculos y montañas: visualizando la victoria.

¿En qué se parecen el padre de la Programación Neurolingüística, un senador con un Globo de Oro y el abogado más fuerte del mundo?

Hay muchas más semejanzas de lo que parece. Pero voy a hablar de una muy concreta y me referiré a ella con una sola palabra: visualización.

Milton Erickson, la perfección y la práctica.

¿De qué tres personas estamos hablando? El primero es Milton Erickson, el mejor hipnoterapeuta de la historia. Sobre su forma de trabajar con los pacientes, Richard Bandler y John Grinder modelaron la PNL, de donde nació lo que seguramente conozcas como coaching. ¿Sabías que el coaching y la hipnosis son primos hermanos? Erikson era tan competente en sus destrezas hipnóticas que era capaz de poner en trance y aportar una solución a un trastorno solamente hablando a sus pacientes. Cuando oyes hablar de metamodelos, patrones de lenguaje hipnótico y toda la teminología relacionada, él es la fuente. Podemos afirmar que la hipnoterapia tiene un antes y un después de Milton Erickson.

El segundo seguramente hayas deducido quién es: Arnold Alois Schwarzenneger, 38º gobernador de California y siete veces ganador del certamen de culturismo más importante del mundo: Mr. Olympia. Quizá lo conozcas solo como pétreo actor de cine de acción, pero entre el enclencle muchacho nacido en Gratz, Austria, y la estrella de cine multimillonaria y conocida en todo el mundo no hay solo suerte. Si eres aficionado al levantamiento de peso y has leído sus artículos, sabrás que a lo que él da más importancia no es a la técnica, ni a la dieta ni a esteroides milagrosos. Como dice en ´Pumping Iron´, el polémico documental que cubrió el certamen Mr. Olympia de 1975, la barrera del dolor es lo que separa a un campeón de aquellos que se quedan por el camino. El que es capaz de superarla, no tendrá límite alguno. Sus conferencias y escritos tienen siempre el mismo leit motiv: construir una voluntad capaz de levantar montañas.

Nuestro tercer invitado seguramente te sea menos conocido. Pero es uno de mis favoritos en lo que a autohipnosis y motivación se refiere. Déjame contarte el por qué. Brooks D. Kubikes un abogado del medio oeste. No es su opinión sobre

Brooks D. Kubik, fortaleza de cuerpo y mente.

leyes lo que nos interesa hoy. Kubik es autor de un libro que, en su concepción, no tenía la más mínima intención de hablar de motivación ni autohipnosis. Pero que ha acabado siendo, al menos en mi biblioteca, una pieza indispensable para entender el poder de ciertos patrones de lenguaje y visualización en la automotivación. Este libro se llama ´Dinosaur Training´y en él promueve un retorno a las formas antiguas de levantamiento, cuando no existían los esteroides y el culturismo no se había separado de la halterofilia ni del entrenamiento de fuerza. El libro habla de cómo diseñar un programa eficaz para el desarrollo de fuerza y potencia, como una voz independiente alejada de la moderna industria del fitness. Sin embargo (y déjame empezar lo interesante de este artículo por aquí), el capítulo al que el señor Kubik da más importancia no es a ninguno en el que se explique rutina alguna de ejercicio. Pese al lenguaje poderosamente motivador

que empapa toda la obra, de forma implícita en él y totalmente explícita en palabras del autor, la pieza clave es uno titulado ´Aspectos mentales del entrenamiento´. En el, un abogado de 100 kilos y capaz de hacer press de banca con 190, explica, sin formación ninguna en hipnosis, coaching ni nada anterior a la época de los forzudos de circo, y de forma poderosamente nítida y brutalmente eficaz el mecanismo clave de la autohipnosis: la visualización.

Seguramente hayas imaginado más de una vez una escena en la que resultas exitoso en una tarea: besando a una dama o caballero, ganando una carrera, o como en los ejemplos del señor Kubik o de Arnold, levantando una barra absurdamente pesada. El mero hecho de visualizar en estado de trance (leve o profundo) a uno mismo realizando una acción estimula las partes del cerebro encargadas de aprender dicha acción. La memoria muscular puede desarrollarse sin emplear los músculos. Obviamente, no es un sustituto de la práctica real, pero sí un complemento imprescindible para los que son buenos pero quieren ser los mejores. En los años sesenta, el ejército ruso entrenó a tres grupos de atletas para verificar el poder de esta práctica. Todos poseían marcar similares en sus diversas disciplinas. Separados los grupos, durante un periodo de cuatro semanas, uno de ellos continuó con sus practicas y entrenamientos como habían sido hasta ahora. El segundo grupo continuó exactamente igual pero con un añadido: ejercicios de visualización consistentes en imaginarse a sí mismos realizando marcas superiores a las que ya tenías y viéndose vencedores en toda prueba que realizaban. El tercer grupo realizó el mismo tipo de ejercicio mental, pero abandonando todo entrenamiento físico. Tras las cuatro semanas, se celebró una competición. ¿Quieres saber qué sucedió?

Como está claro, el segundo grupo, con la potente suma de entrenamiento y visualización no solo obtuvo un número de victorias aplastantemente superior, sino que batieron marcas personales en muchas de las pruebas. Pero lo verdaderamente revelador fue averiguar que el grupo que quedó en segundo lugar fue el que no realizó entrenamiento físico en absoluto, quedando notablemente por encima del tercero, aquellos que solamente realizaron su entrenamiento habitual.

El senador del que hablamos al principio, también lo tuvo claro de forma intuitiva. En muchas entrevistas, y en el mismo documental que hablábamos antes, cuenta que en multitud de entrenamientos visualizaba sus músculos moviéndose como montañas o creciendo espectacularmente durante los agotadores ejercicios. Puedes creer que el desarrollo muscular que

Arnold Schwarzenegger: ´La mente es el límite. Si la mente puede visualizar que eres capaz de hacer algo, puedes hacerlo, siempre que realmente lo creas al 100 por cien.´

le permitió ser Conan el Bárbaro o Terminator se debe efectivamente a la combinación de una buena genética, ejercicio diseñado al detalle, estricta dieta y anabolizantes. Pero la fortaleza mental que lleva a un muchacho de 1.85 y poco más de 70 kilos de peso a ser siete veces campeón del mundo de culturismo no sale de la nada. Fue, precisamente, ese tipo de disciplina mental lo que le permitió adquirir la disciplina y fortaleza imprescindibles para superar esa barrera del dolor de la que hablamos antes. Arnold se visualizó a sí mismo vencedor de todos esos certámenes, uniendo a su físico una arrolladora seguridad en sí mismo que le permitió ser millonario antes de protagonizar película alguna. El propio Mohammed Ali, siendo Cassius Clay, cuando obtuvo su primera victoria como campeón mundial de los pesos pesados, fue preguntado por un periodista, sorprendido de que el recién victorioso campeón no mostrase alegría alguna. “Ya estoy acostumbrado”, dijo Ali. “He ganado esta pelea cientos de veces en mi mente.” Así que después de todo, no sea mala idea visualizar músculos como montañas. O ventas que se salgan de cualquier tabla de comisiones.

Con los sistemas modernos de investigación, podemos averiguar que los ejercicios de visualización repetida y continua ayudan a la creación de sinapsis de la misma manera en que se crean por el entrenamiento físico, creando mucho menos estrés en el sistema nervioso que el propio ejercicio físico. Sin embargo, esto no es una excusa para los vagos. Soñar no sustituye a la práctica. Milton Erickson, pese a la importancia que le daba a las metáforas y visualizaciones en su particular estilo de terapia, también decía que la práctica permanente es indispensable para la adquisición de destrezas. El famoso segundo grupo de atletas rusos no partió de la nada: todos ellos habían realizado interminables sesiones de entrenamiento perfectamente dirigido, y conocían a la perfección la técnica de salto o lanzamiento que les permitió verse a sí mismos como absolutos vencedores. Igual que hicieron el mejor hipnoterapeuta de la historia, un senador con un Globo de Oro y el abogado más fuerte del mundo.

Así que visualiza… ¡y muévete!

Bibliografía:

BANDLER, R. y GRINDER, J., The structure of magic, Science and Behavior Books, 1975.

BANDLER, R., y GRINDER, J., Trance-fórmate. Curso práctico de hipnosis y comunicación eficaz, Gaia Ediciones, 1993.

BUTLER, G. y FIORE, R., Pumping Iron (documental), Cinegate, 1977.

KUBIK, B. D., Dinosaur training – Lost secrets about strength and development, Brooks Kubik Enterprises, 2004

SCHWARZENEGGER, A., The education of a bodybuilder, Simon & Schuster, 1977.

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