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La hipnosis al desnudo – 5 claves para arrancarle la ropa

Siempre que tengo que pensar o escribir sobre un tema y no sé cómo comenzar, pienso en mi padre.

Él era un hombre tremendamente culto y de excepcional inteligencia, con una gran curiosidad por todos los aspectos del conocimiento humano. Médico de profesión y amante de la historia y la poesía, en cierta ocasión me dijo que la sabiduría se encontraba en todas partes, en cada rincón del mundo y solamente debíamos atrevernos a mirar.

No sé cómo hubiera comenzado mi padre a hablar de hipnosis, pero seguramente hubiese hecho un ejercicio de perspectiva, como médico, como amante de la historia. Una perspectiva amplia.

Mira, no te voy a mentir. Casi todo lo que te han contado de la hipnosis es mentira. Te hemos engañado.

Acepto mi culpa: las poses y maneras de los que la empleamos en los espectáculos, sumados al cliché que perpetúa el cine han distorsionado la realidad de un fenómeno natural que nos ocurre a diario decenas de veces sin siquiera darnos cuenta.

El marketing invasivo tampoco ayuda. Todos oímos hablar de programación neurolingüística y de hipnosis conversacional, de coaching y de estados de trance hipnoidal y pensamos en lo mismo: timo. Trampa. Brujería. O el peor enemigo de la sabiduría, como mi padre dijo en tantas ocasiones: el demonio de ´esto no es para mí´.

Si te dices eso, porque seguro que te lo has dicho en más de una ocasión, déjame decirte que te confundes. O peor: te engañas. Y el culpable de ese engaño no es otro que tú mismo.

Así que vamos a hacer un ejercicio de hipnosis conversacional y de visualización y vamos a tirar los prejuicios a la papelera. Arranca el índice emborronado del libro de tu vida, y vamos a empezar a leerlo y escribirlo. Dejame decirte en qué te hemos engañado. Déjame desnudar a la hipnosis mientras la miramos a la cara.

1) La hipnosis es mentira: los fenómenos de trance son un fenómeno natural que sucede a todas horas en millones de cerebros de todo el mundo. No se trata de caer al suelo mientras echas espumarajos por la boca (aunque el éxtasis místico TAMBIÉN es un estado de hipnosis). Cualquier estado de atención concentrada durante el cual unos estímulos se amplifican y otros apenas se perciben es un estado de trance. Es hipnosis. Una película emocionante, la lectura de buen libro o un orgasmo como Dios manda lo son. De una manera totalmente natural y sin intervenciones de terceros.

2) La hipnosis es la imposición de tu voluntad sobre otra persona: como siempre digo en los espectáculos cuando alguien me dice esto, te confundes. Eso se llama brujería, y por suerte (o por desgracia) no existe. Déjame contarte un secreto: la hipnosis realmente no existe tampoco. Solo la autohipnosis. Todos esos estados de trance en realidad somos nosotros los que somos capaces de conseguirlos. Sí existe la autohipnosis dirigida, que vista desde fuera se parece más a lo que has visto en las películas. Es lo que me has visto hacer en los espectáculos cuando aparentemente hago que la gente se duerma, y es lo que hacen los buenos terapeutas en sus consultas para revelar el inconsciente de sus clientes y pacientes.

 

3) La hipnosis no funciona: no solo funciona, sino que es tan poderosa que a veces no nos damos cuenta. ¿Quieres que te demuestre que te han programado subliminalmente sin tu permiso? Responde a esta pregunta: ¿cómo se hace el calimocho? Si tu respuesta ha sido, como la mía, ´con vino y Coca-Cola´, tengo una mala noticia. Porque es con REFRESCO de cola. Has dicho Coca-Cola porque una multinacional ha dedicado millones de dólares a programar el lóbulo verbal de tu cerebro, para arrancarte el ítem de ´refresco de cola´ y colocar en ese hueco el nombre de una marca comercial. Sin tu permiso y para el resto de la vida. Pero no te asustes: el mismo proceso que logra grabar eso en tu inconsciente te permitirá mejorar tu autoestima, perder el miedo, mejorar tu memoria o hacer que dejes de fumar. El cerebro humano es la máquina más asombrosa de la creación. Y puedes ponerla a tu servicio desde este mismo instante.

 

4) Los espectáculos son mentira, solo es verdad la hipnosis en terapia: pues mira, aquí tampoco te quiero engañar. Muchos actuantes emplean uno o más compinches en sus espectáculos, a menudo solamente para lograr que el resto de voluntarios entren en estados de hipnosis por efecto dominó. Yo personalmente no los he empleado jamás, ni tampoco mi maestro. El cerebro humano es tan maravilloso que siempre vas a encontrar sujetos con la fantástica capacidad de entrar en estados alterados de consciencia, de imaginar con tanta vividez como si estuvieran realmente en el lugar que están creando sus deseos y sugestiones. Ese mismo proceso es el que ocurre en los cerebros de aquellos que acuden a terapia. Todas las herramientas que necesitas para ello YA están dentro de la caja. Una caja que llevas dentro y que siempre has llevado. Espectáculo, terapia, meditación, autohipnosis… varios nombres para un conjunto de hermanos gemelos.

5) Eso conmigo no funciona: deja de ponerte barreras. Por supuesto que funciona. Pero no es algo que vaya a hacerte nadie. Es una capacidad asombrosa

¡Ups! Se te acabó el partido.

que tú ya posees, creas o no que eres sugestionable. Cuando alguien dice esto, suelo poner el ejemplo de haber llorado con una película, pero si eres hombre te pondré uno mejor: ¿alguna vez te has doblado en dos en tu sofá cuando has visto en un partido o una película de acción una patada en los testículos? Piensa en lo que ha pasado: un montón de estimulos lumínicos mezclados con sonido logran que tengas una reacción muscular sin que nadie te toque en ningún momento. Rompe las cadenas que te atan al inmovilismo antisugestión: tu cerebro TAMBIÉN es una máquina maravillosa. Disfruta del viaje.Papá: si no estás de acuerdo con algo de esto, abstente de aparecerte en sueños. Espero que te haya gustado mi perspectiva.

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