Entrevista a Jesús Duque, premio nacional de Magia

A partir de esta semana comenzará a haber más entrevistas por aquí. No solo a otros ilusionistas, sino a personas relacionados con el mundo del espectáculo, la ciencia y el escepticismo. Desfilarán psicólogos, espiritistas teatrales, periodistas y espero que incluso un pez. Pero eso ya lo veremos.

En honor al gran mentalista Tony Corinda, formularé trece preguntas. La decimotercera será formulada por el anterior entrevistado. 

Para comenzar con esta etiqueta, uno de los magos vallisoletanos más galardonados. Primer premio nacional (Zaragoza, 1992), tercer premio internacional (Estoril, Portugal, 1995) y primer premio internacional (Valongo, Portugal). Un maestro del arte del ilusionismo que es ejemplo de constancia, trabajo y humildad. Entre otros es premio nacional e internacional de magia. Pero pronto conoceremos su opinión sobre esto, porque…

Se abre el telón. Señoras y señores, con todos ustedes… ¡Jesús Duque!

Pregunta: ¿Qué es la magia?

Jesús Duque: De forma general los antiguos maestros la han reflejado en sus libros como “la reina de las Artes”, comulgo plenamente con esta definición.

De forma personal opino que este Arte es una filosofía de vida en sí misma, perfila, moldea y filtra muchos de los aspectos de la personalidad del individuo que lo practica, y lo que es más importante, hace que perdure nuestra parte humana que perdemos con los años. Nos hace esclavos del niño interior que reniega a su olvido. El papel que nos permite representar nos hace especiales mientras su halo nos envuelve. De su mano hacemos felices a las personas que participan con nosotros, por un instante las devolvemos la inocencia perdida u olvidada y afloramos sus emociones. Es un arte que va más allá al mero entretenimiento, traspasa sentidos que otras artes no consiguen, un arte milenario del que hoy por hoy la misma ciencia está interesada seriamente.

Suerte tuvimos los que un día nos topamos con ella.

P: En general ¿Mago, prestidigitador o ilusionista? Y en concreto: ¿Jesús Duque?

JD: Cualquiera de las tres acepciones me parecen correctas. Tal vez la de prestidigitador ha quedado relegada a tiempos pasados dormitando en libros antiguos, pues es raro que actualmente se haga referencia a un artista de esta forma, pero en verdad la palabreja no deja de tener un significado más detallado que las anteriores para definir al individuo que practica este arte.

Personalmente no tengo predilección por una, pero dada la concreción de tu pregunta que obliga una respuesta seleccionaría la que comúnmente se utiliza hoy en día… Mago.

P: Parece que el ilusionismo está viviendo un momento de auge. ¿Lo crees así? Y ¿qué opinas de los nuevos magos televisivos (Dynamo, Mago Pop, etc)?

JD: ¿Tú lo crees? No estoy tan seguro de ello, pero no obstante… ¡Ojalá así sea!

La realidad o sensación de este auge ha sido rotativo durante los últimos años. Este resurgimiento o valoración mediática por la magia tiene sus épocas, es cíclico en el tiempo. Coincide casi siempre con la puesta en antena de uno o varios programas de magia que consiguen ciertos valores de interés en el televidente.

Lo triste de estos ´novedosos especiales´ es que no se ´Ilusiona´ sino que se ´engaña´. Todo lo contrario a los antiguos programas de magia de los que muchos tuvimos la suerte de disfrutar siendo niños o no tanto. Aquellos mantenían la pureza del “directo” del ilusionismo y no me refiero al modo de emisión sino que lo que se veía y realizaba a través del televisor era lo mismo que en vivo se podía disfrutar, no se aderezaba con subterfugios sólo posibles con el juego de planos o compinches. Creo que el problema radica en que están producidos y dirigidos por gente ajena al mundo del ilusionismo del que son medio o nada conocedores de este arte, desconozco la parte de culpa del mago que da la cara, doy por bueno que es sólo un intérprete. Este hecho es constatable más aún con el directo mediocre que algunos, no todos, de los protagonistas de dichos programas ofrecen o han ofrecido en algunos festivales a los que han sido contratados.

Creo que he contestado sin querer a la última parte de tu pregunta (risa).

P: Eres uno de los magos vallisoletanos más premiado. ¿Qué importancia y valor tienen los premios en el mundo de la magia, en tu opinión?

JD: Los premios son sólo párrafos en tu currículum, no te hacen mejor mago por ello.

Considero que en el mundo de la magia realmente no sirven de mucho, ni siquiera para darte prestigio entre los colegas. La valía hay que demostrarla con hechos no con trofeos, todos conocemos grandísimos magos que actualmente están en el candelero que no ostentan ningún premio en su vitrina. Pero en cambio un dossier artístico aderezado con este contenido sí es muy útil para las contrataciones de cara al lego en la materia, empresarios y organismos tienen muy en cuenta este tipo de referencias en tu haber, por lo tanto la lectura correcta sería Sí para el profano No para el mago, en lo que a nivel de importancia se refiere.

Por otra parte y a título del individuo son una forma de premiar el esfuerzo y el trabajo, aunque la senda de la injusticia se cierne últimamente en las valoraciones objetivas de los jurados de los concursos, no deja de tener cierto significado de motivación personal.

P: ¿Hay algún premio que tenga para ti un significado especial?

JD: Sin lugar a dudas el 1º Premio de magia general de Zaragoza 92. Fue mi segundo congreso nacional como asistente y el primero como concursante del que guardo un grato recuerdo. Salimos de Valladolid varios magos del CIV y mi hermanito pequeño que entonces contaba con 12 años. Todos dirigidos por el maestro de magos D. Cristóbal Gracia (BALTO). Fueron unos días maravillosos en compañía de los compis de aquella época (entonces todos éramos una piña y sólo importaba nuestra afición común), que disfrutamos tanto del viaje, congreso y días de convivencia.

La verdad es que el fallo del jurado sinceramente no me lo esperaba pero lo que más me emocionó fueron las lágrimas de alegría de BALTO, fue en ese instante cuando me di cuenta de que era algo más que mi maestro y amigo. Es por ello que ese premio tiene un significado tan especial, aún hoy es el recuerdo que guardo con más cariño.

P: Siempre se afirma que la magia española es una de las más potentes del mundo, en concreto en la especialidad de la cartomagia. ¿Lo crees realmente?

JD: Sin género de dudas. La llamada escuela española es la más avanzada, tanto técnica como psicológicamente hablando. El germen de cultivo que aquí existe no tiene parangón con ningún otro lugar del mundo. Principalmente la teoría española es un referente de altísimo nivel, y sabemos que una teoría asimilada condiciona la forma de pensar, construir y ejecutar.

Disponemos de grandes pensadores y estudiosos derivados de la herencia directa de la época dorada de la España de hace unas pocas décadas, en concreto de la Escuela Mágica de Madrid. El legado que han dejado los grandes magos españoles que estuvieron mano a mano con otros grandes de la magia mundial fue determinante, léase Frakson, Ascanio, Tamariz, Camilo, Juan Antón, Pepe Carroll, Luis García, Gabriel Moreno y tantos y tantos otros responsables directos de la nueva onda de pensamiento que en su momento forjaron. La verdad que es una suerte haber nacido en España teniendo como compañera la magia.

P: Y al revés: ¿cuál crees que es la asignatura pendiente de los ilusionistas españoles?

JD: Hay una tendencia impulsada por el colectivo de magos franceses que está dando sus frutos de forma exitosa en diferentes competiciones mágicas a nivel mundial y es la de fusionar, curtir o culturizar el arte de la magia a nivel interpretativo para crear números más plásticos principalmente enfocados a concurso. Un matiz importante en esta tendencia es que las sociedades mágicas francesas apoyan y, lo más importante, subvencionan al artista-mago que desea participar con su número a competición, pero además participan en ámbito colectivo en la supervisión y preparación del mismo. Están dotando de “algo más” en la concepción de números mágicos, estructuras con formación teatral, diseñadas por terceros en muchos de los casos y dirigidas a generar espectáculos más guionizados artísticamente hablando.

Tal vez aquí en España la asignatura pendiente la tengamos en que este tipo de apoyo lo aportaran igualmente las Sociedades u organismos oficiales mágicos nacionales.

P: Ahora barro para casa: el mentalismo. ¿Es un arte separado o solamente una rama de la magia?

JD: Lo que es indiscutible es que es un ARTE con diferencias equidistantes con el ilusionismo en sí. Teniendo en cuenta que utiliza subterfugios y técnicas propias del arte de magia en la mayoría de los casos, si estoy de acuerdo en situarlo como una parte de la rama del ilusionismo  al igual que otras especialidades como son el close-up, micromagia, salón, escena, manipulación, etc…

No obstante para el público SI es una especialidad completamente diferenciada de la magia. El mentalismo genera esa capacidad de realismo y credibilidad que no consigue el ilusionismo. El público no se plantea que haya truco como tal sino que lo vive como algo real, especial o don que el artista que lo presenta posee. De hecho ellos tienen muy clara la distinción entre Mentalista y Mago.

Al hilo de comparaciones Manolo Talman me lo definió una vez realizando una comparación:  ´En escena el mentalismo es el equivalente al close-up en magia de cerca, la potencia en los espectadores en ambos son similares´.

Comulgo al 100% con ello.

P: En los tiempos que corren, hay una pregunta obligada. Anne Germain, Marilyn Rossner… parece que en plena era de la información los videntes y curanderos se multiplican. Muchos ilusionistas conocemos la persecución que de estos ´dotados´ realizó el gran Harry Houdini. ¿Qué opinión sobre esto tiene Jesús Duque?

JD: Deleznable.

Nosotros los magos y mentalistas (guiño cariñoso) mediante nuestras habilidades ilusionamos y emocionamos al público siendo éste consciente de que hay un “engaño piadoso”, una “trampilla” como medio para lograr su divertimento. Por el contrario estos desalmados buscan su propio beneficio usando la debilidad humana, sus temores, sus sentimientos y sus enfermedades. Lo más despreciable del ser humano se refleja en ellos, se erigen como líderes o salvadores con poderes capaces de sanarnos o impregnarnos de “buena suerte”, acabando con nuestros problemas en un “pis-pas”, eso sí, por un módico precio. Como dice mi hermano “tira duros, que sois unos tira duros”.

Todo lo perseguible que pueda ser que lo sea, acabar con esta lacra sí sería la salvación de muchos.

Respecto a Houdini y a la empresa que llevó a cabo no estoy tan seguro de que fuera realmente por acabar con los farsantes así como de “tildarse” (como así proclamó en multitud de ocasiones) de ser un mago imposible de engañar… fue curioso el tipo.

P: Parece que la magia está viviendo una etapa de cambios, tanto técnicos como de puesta en escena. ¿Hacia dónde crees que se dirige el rumbo de la magia?

JD: Como lo ha ido haciendo a lo largo de tantos siglos “adaptándose a los tiempos”. Es como la madre naturaleza “ambas saben regularse solas”. Adaptarse a la ciencia siempre se la ha dado bien, por suerte hay artistas que ofrecen un nuevo enfoque y eso permite dar pasos hacia delante. Crear significa avanzar, estamos obligados a desarrollar y estimular nuestro cerebro en pro de nuestro arte, hay que aprender de los aciertos pero sobre todo de los fracasos, imitar el trabajo de otros no conlleva esfuerzo, no permite resultados. Sólo unos pocos, los más notables, pasarán a la historia, pero nosotros debemos ayudarles estimulando nuestro talento.

P: ¿Qué le dirías a aquel lector interesado en iniciarse en el mundo de la prestidigitación?

JD: Que volviera a nacer unos cuantos años atrás :). El aprendizaje de antes tenía un precio, la dificultad, el esfuerzo, el tesón y la constancia. El que verdaderamente quería aprender a ser mago tenía varios hándicaps dependiendo de la ciudad de residencia. Por regla general el acceso a libros, material, tiendas de magia, etc… era inexistente, había que buscarse la vida para escudriñar rincón por rincón hasta encontrar el “premio”. La escasa lectura que se conseguía literalmente era devorada hasta puntos y comas. Leídos una y otra vez los conceptos eran asimilados y lo más importante se empezaba por los cimientos. Debido a estas dificultades muchos nos forjamos siendo autodidactas.

Hoy en día el flujo de información es abrumador, todo lo que imagines está accesible de una forma u otra, lo difícil es cómo organizar tal cantidad de datos y sobre ello ¿cómo empezar por lo que hay que empezar?, he ahí el dilema!… al menos este problema es el residuo de esfuerzo que tiene que realizar el que verdaderamente quiere conseguir el fin que busca.

P: Las artes escénicas sufren un momento duro debido a temas económicos, principalmente la subida del IVA cultural. Libremente: ¿nos darías tu opinión sobre este tema?

JD: Un país inculto es un país maleable. Es lamentable que el mundo en general ha perdido la humanidad, sólo somos Euros o Dólares, no hay más. Diezmar el acceso a un punto neurálgico como es el caso de la cultura sólo es posible por parte de individuos que carecen de ella, pero nosotros estamos dentro de la sartén y ellos sostienen el mago. Espero como tantos otros el fin del ciclo como pronosticaron lo Mayas, entendiendo como ciclo la recuperación del ser humano como ente prioritario.

Terrible.

P: Y sin saber quién será (aunque yo sí) ¿qué pregunta quieres dejar al próximo entrevistado?

JD: ¿Magia y humor o humor y Magia? ¿vale todo?